Centro histórico
HACE 48 AÑOS SE FUNDÓ LA PRIMERA CAJA
POPULAR DEL PUERTO, LA JUAN XXIII
Víctor Manuel Martínez
UNA IDEA DE “EL PAPA BUENO”
QUE LLEGÓ A NUESTRO PUERTO
En 1963 moría el papa Juan XXIII,
conocido por el sobrenombre de “El Papa Bueno”, quien, entre sus muchas
acciones, promovió a nivel mundial el cooperativismo. Por esta misma razón,
aquí en México se fundó el movimiento cajista, por parte del Profesor Lorenzo
Eguía Villaseñor, quien empezó a promover por todo nuestro país la creación de
cajas populares, dentro de la iglesia católica.
Por esta razón, viene a Manzanillo uno
de sus hermanos, parte de ese movimiento, y se reúne en la parroquia de
Guadalupe con el grupo de la Acción Católica Juvenil de Manzanillo, que
acostumbraba reunirse en aquel templo, y les habla de las bondades del sistema
de ahorro popular. Ese mismo trabajo lo realizó por toda la región del
occidente: Colima, Jalisco y Nayarit.
La idea les agradó, por lo que, el 4 de
abril de 1964, un año después de la muerte de Juan XXIII, se hace una asamblea
con veinticinco miembros de la ACJM en la parroquia de Guadalupe,
constituyéndose formalmente, quedando a la cabeza de la agrupación un
sacerdote, quien estuvo al frente por algunos años, y luego colgó los hábitos y
vivió en la comunidad de El Colomo.
Los integrantes fundadores invitaron a
Carlos Serrano Flores a formar parte, y éste aceptó, y así empezaron a promover
el ahorro cooperativista a personas fuera de la Acción Católica. Esta fue la
primera caja popular cooperativa que hubo en Manzanillo, y la segunda en el
estado, después de La Providencia, en la ciudad de Colima.
LA CAJA
ITINERANTE
Tras un tiempo de reunirse en este
lugar, el presbítero a cargo de esta parroquia les mostró que el trabajo que
estaban haciendo era muy positivo, pero era una labor muy independiente de las
cuestiones relativas al culto religioso, por lo que les pidió que buscaran otro
lugar para hacer sus reuniones. Fue así, como al no disponer de un local propio
para este efecto, los integrantes decidieron prestar sus casas.
Primeramente, la Caja Juan XXIII estuvo
en San Pedrito, luego se pasó a El Túnel y después a La Pedregosa. Eso, porque
en estos lugares tenían su domicilio algunos de los integrantes de la Acción
Católica. Así estuvieron itinerantes durante algunos años. No se decidían a
establecerse formalmente. Algunos pensaban que quizá el movimiento
cooperativista no iba a permanecer por mucho tiempo funcionando. Pero se
equivocaron quienes pensaron así.
Pero luego empezaron a observar que estaban
aumentando mucho los socios; que día a día más personas se sumaban, por lo que
entonces les nació la idea de comprar un terreno para edificar su local. Y así
lo hicieron, comprando una antigua casa ubicada sobre la avenida México, lugar
que hasta el día de hoy pertenece a la caja. Actualmente no está en uso, pero
hay proyectos para hacer cosas muy interesantes en el.
CAMBIO DE NOMBRE,
POR MOTIVOS LEGALES
La remodelaron y ahí pusieron las cajas
para recibir los ahorros de los socios. Muchos nuevos socios se adhirieron.
Entonces, en asamblea, los socios acordaron que, aparte de su ahorro y la parte
social, darían una parte para arreglar su sede. Y así se hizo hasta dejarlo muy
bien construido, totalmente funcional. Aparte de todo, era un edificio muy alto
en su tiempo en nuestro puerto, donde la ciudad, por ser altamente sísmica, no
presentaba edificios altos.
En el año de 1983, se registraron como
asociación civil, pero en aquellos tiempos Relaciones Exteriores no admitía que
se utilizaran nombres religiosos, por lo que tuvieron que cambiar el nombre de
Caja Popular Juan XXIII, por el de Caja Popular Manzanillo. Sin embargo, la
gente la siguió llamando con este nombre por mucho tiempo, y hasta el día de
hoy muchas personas la conocen así. Actualmente, ya esa ley cambió nuevamente,
y cualquier nombre propuesto se permite.
UNA INSTITUCIÓN
TRADICIONAL DE
MANZANILLO
Luego edificaron un edificio mucho más
moderno a una cuadra de distancia, y por decisión de la asamblea, siendo
gerente Carlos Serrano Flores, se acordó dejar el antiguo edificio como archivo
histórico y módulo de información a la comunidad. Después de aquel primer
gerente que era sacerdote, hubo de manera interina un joven que ocupó el
puesto, y posteriormente quedó al frente Carlos Serrano, quien estuvo ahí hasta
principios de este año. El nuevo edificio de la caja es uno de los modernos del
centro histórico.
En la entrada del nuevo edificio, junto
a las cajas donde se reciben los ahorros, aun hay una imagen de Juan XXIII, que
recuerda que esta caja popular se fundó en base a la idea que inició este
movimiento.
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